Cuando se trata del debate aluminio vs. PVC como materiales de puertas y ventanas en construcciones modernas, muchas empresas tienden a resaltar las ventajas o desventajas particulares de una u otra opción, dejando de lado que son las necesidades concretas del proyecto las que realmente definirán cuál es el material más ad hoc.
Por eso, en esta ocasión te traemos una guía objetiva con seis criterios a considerar en esta decisión, tomando en cuenta los avances de manufactura, el desempeño y la comparativa de ventanas, canceles y demás estructuras que se pueden obtener al usar aluminio o PVC.
Aluminio vs. PVC: seis criterios para elegir el material acorde con el proyecto
- Precio
- Durabilidad
- Estética y estilo de la construcción
- Eficiencia energética
- Mantenimiento
- Seguridad
1. Precio
Considerando un proyecto del mismo volumen, por ejemplo, una casa de tamaño medio, una instalación de ventanas y canceles de aluminio puede ser un poco más costosa que una de PVC, esto si se considera el costo de la materia prima y elaboración.
Y aunque hoy en día el aluminio puede resultar más rentable a largo plazo al ser un producto más robusto que el PVC, también el precio dependerá de la necesidad del cliente y la funcionalidad de la instalación y la tecnología que se implemente.
2. Durabilidad
El PVC-U (o cloruro de polivinilo rígido – no plastificado) que se utiliza en puertas y ventanas es una sustancia físicamente sólida y con alta resistencia a la intemperie y a la putrefacción.
Sin embargo, como todo material plástico, los marcos hechos de PVC-U empezarán a degradarse después de unos 30 años, por lo que eventualmente deberán ser reemplazados (algo a tomar en cuenta en el análisis de ciclo de vida del proyecto).
De hecho, al estar expuestos al sol, el aluminio tiene una menor afectación a los rayos UV mientras que el PVC se decolora rápidamente; incluso después de algunas horas de haberse instalado, cambia su tono a un color amarillento que poco a poco se va degradando.
Cabe decir que está comprobado que los perfiles de aluminio de alta calidad pueden durar hasta 50 años… o incluso más. Lo que diferencia al aluminio de otros metales es el hecho de que no se oxida, lo que significa que sus marcos no sufrirán daños con el paso de los años ni se degradarán de la misma manera que los de PVC.
3. Estética y estilo de la construcción
Tanto en trabajos de renovación como en construcciones nuevas, factores como el estilo del proyecto, el área donde estará ubicado e incluso el valor de la propiedad definirán si se elige una u otra opción.
Por ejemplo, en ventanería para casas de lujo el aluminio sería una mejor opción si se busca un toque más contemporáneo y elegante.
Además, una tendencia en construcción es el minimalismo, por lo que el aluminio se utiliza más para un diseño con este enfoque al ser un material más estilizado y con perfiles más estéticos. En tanto, el PVC va en contra de este tipo de estructura debido a que sus perfiles tienen un mayor grosor.
En casas de campo, cualquiera de las dos opciones podría ser efectiva, solamente haciendo las adaptaciones correspondientes de diseño y desempeño térmico del material (ver siguiente punto).
Recordemos que tanto el PVC como el aluminio hoy están disponibles en una amplia gama de colores, lo cual ofrece una alta flexibilidad a la hora de adaptar el diseño. Aunque hay que tomar en cuenta que una exposición prolongada al calor tiende a degradar los pigmentos del PVC, y a la larga, cambiar su tono, cosa que no ocurre con el aluminio.
4. Eficiencia térmica y sustentabilidad
La creencia general dice que el PVC-U es el material con mayores propiedades de aislamiento térmico y, por tanto, es energéticamente más eficiente que el aluminio. Pero esto simplemente ya no es así.
Y es que los perfiles de aluminio de la actualidad incorporan la rotura de puente térmico, una barrera de poliamida o de poliuretano que impide el contacto entre el aluminio del interior y el clima exterior de la ventana, logrando así retener el calor al interior de la vivienda por mucho más tiempo.
Así, aunque los marcos de aluminio pueden ser más fríos al tacto, los cristales de las ventanas pueden alcanzar prácticamente los mismos niveles de eficiencia térmica que con marcos de PVC (y en la mayoría de los casos sin utilizar doble acristalamiento). Un marco de aluminio de alto rendimiento, por ejemplo, es capaz de superar los estándares de ahorro energético y llegar a mejoras de un 60%.
Otro punto a considerar es el impacto ecológico en la construcción. Así, aunque ambos materiales cuentan con procesos de reciclaje, sólo el aluminio es infinitamente reciclable. Además, este proceso utiliza una mínima cantidad de energía, comparado con la fabricación desde la materia prima original.
5. Mantenimiento
En cuanto a las necesidades de mantenimiento no hay mucha diferencia entre materiales, pues tanto la cancelería de aluminio como los marcos de PVC no se pudren ni deforman, se reemplazan después de mucho tiempo y son fáciles de limpiar con sólo un paño, agua y jabón.
6. Seguridad
Las ventanas de aluminio o de PVC pueden fabricarse con marcos reforzados y cerraduras multipunto, lo cual las hace tan sólidas e impenetrables como las del metal más fuerte. Y ni hablar de la superioridad contra las de madera, que pueden pudrirse y romperse con herramientas comunes.
Cabe mencionar que la aleación y fundición propias del aluminio le dan mayor robustez y rigidez estructural. En tanto, los perfiles de PVC deberán estar reforzados con metales para garantizar esta cuestión estructural.
Conclusión: aluminio y PVC para canceles y ventanas
Como ves, tanto el aluminio como el PVC tienen propiedades similares en cancelería y ventanería, sobre todo en términos de eficiencia térmica, mantenimiento y seguridad.
Por eso, tres claves que podrían ayudarle a tomar una decisión son:
- Preferencia personal
- Estilo y antigüedad de la propiedad
- Presupuesto
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